Manejar procesos dinámicos, pensar en el cliente – tanto interno como externo – en todo momento, ser capaz de ver el panorama general y estar dispuesto a mejorar los procesos constantemente. ¿Palabras vacías? No, en absoluto
Nuestros clientes deben recibir los instrumentos de medición solicitados no solo a tiempo, sino también con la máxima calidad. Este es el desafío al que se enfrenta cada día nuestro equipo de planificadores de producción, especialistas en logística y expertos en montaje. Partiendo de un sólido plan básico, tenemos que seguir la evolución de los mercados y los pedidos, y coordinar una gran variedad de artículos para el montaje junto con los departamentos de productos. Cuando llegan los pedidos de los clientes, comprobamos la viabilidad técnica de cumplirlos y coordinamos los plazos de entrega. Además, aseguramos el suministro para nuestras líneas de montaje junto con nuestro departamento de compras, la producción mecánica y electrónica, y todo ello con unos plazos de entrega adecuados y una gran estabilidad de planificación. Si se producen cambios en la planificación de la producción, hay que hacer ajustes de cara al futuro.
Por eso, la capacidad de dominar retos complejos es cada vez más importante. En este trabajo, el pensamiento crítico y la voluntad de cuestionar las formas tradicionales de trabajo son esenciales. Por un lado, nuestro equipo se apoya en un sistema ERP muy desarrollado. Por otro lado, una cartera de productos en continuo crecimiento y una cadena de suministro globalizada hacen que, en última instancia, sean las personas de nuestro equipo las que tomen las decisiones correctas en lo que respecta a las previsiones de demanda, los procesos de adquisición y las estrategias de montaje y almacenamiento.
Y hay más. Los propios procesos de ensamblaje también necesitan ser optimizados; al fin y al cabo, queremos ser competitivos y seguir siendo una referencia. Para ello, los flujos de trabajo se analizan en cuanto a su potencial y se optimizan junto con nuestros colegas de forma regular. Los estándares de calidad, ya de por sí elevados, se perfeccionan y las mejoras de los productos siguen avanzando junto con la investigación y el desarrollo en los departamentos técnicos. ¿Se encuentran en la cadena de montaje las cantidades correctas de las piezas adecuadas? ¿Se utilizan los recursos disponibles a plena capacidad? ¿Funciona bien el suministro de componentes? ¿Cómo podemos garantizar que nuestros clientes solo reciben instrumentos de medición de la mejor calidad posible? Y, por supuesto, en el menor tiempo posible.
Una sola persona nunca podrá responder a todas estas preguntas y hacer frente a estas tareas. Este reto necesita un equipo extraordinario que trabaje perfectamente. Esto es lo que inmediatamente me llamó la atención de Anton Paar: el espíritu de enfrentarse a los retos juntos y lograr grandes cosas como equipo.
Esto está totalmente de acuerdo con el principio rector de Anton Paar: Great People | Great Instruments