Llevo muchos años trabajando en Anton Paar en una serie de funciones diferentes. En mis primeros años, tuve la oportunidad de aprender sobre la precisión, tanto en la producción mecánica como en la electrónica. En garantía de calidad aprendí el verdadero significado de la "medición." Cuando terminé mis estudios técnicos, pude crear un departamento de productos y gestionar un departamento de desarrollo. Hoy en día soy responsable del desarrollo, la producción, la gestión de productos y la asistencia técnica de aproximadamente un tercio de los productos de Anton Paar. En nuestra Unidad de Negocio, nuestro trabajo diario consiste en proporcionar a nuestra fuerza de ventas instrumentos de medición que estén siempre un paso por delante de las soluciones de nuestros competidores. Ofrecemos apoyo a las aplicaciones, así como soluciones rápidas cuando se producen problemas técnicos. Al mismo tiempo, ya estamos desarrollando hoy los instrumentos del mañana, para tener éxito económico durante muchos años.
Para mí, la gestión significa asumir responsabilidades, tomar decisiones y resolver problemas. También significa alcanzar objetivos ambiciosos junto con mi equipo, algo que no se puede hacer solo. Significa trabajar duro, con constancia y de forma disciplinada durante los buenos tiempos para poder aguantar los malos.
En Anton Paar, la dirección tiene los pies en la tierra. Somos incondicionalmente específicos y orientados al detalle, en lugar de permitirnos el lujo de los conocimientos a medias o las frases huecas de consultoría. Resolvemos los conflictos de forma objetiva y apreciamos la diversidad de opiniones, experiencias e ideas. Las motivaciones políticas son totalmente inoportunas. Queremos que prevalezca la mejor solución desde el punto de vista técnico y objetivo, y no la que tenga el lobby más poderoso detrás.
Para mí, la gestión también está asociada a proporcionar una cultura de aprendizaje dentro de una organización para que podamos mejorar juntos. Aprendemos de nuestros propios errores, así como de los colegas nuevos y experimentados por igual, y también aprendemos de las nuevas tecnologías que adquirimos para crear una ventaja para el futuro. Para que todo esto funcione, los directivos también tienen que ser curiosos y estar dispuestos a aprender, tienen que aceptar el hecho de que, independientemente del lugar, siempre habrá alguien que pueda hacer algo mejor y del que puedan aprender.
Por último, pero no por ello menos importante, un directivo es simplemente un ser humano que dirige a otros seres humanos para que puedan conseguir algo juntos. Escuchamos las preocupaciones de nuestros empleados. Entablamos discusiones duras, pero siempre de forma amistosa y respetuosa. Mantenemos una cultura de confianza. Además, gracias a este entorno de trabajo, disfruto mucho haciendo mi trabajo.